El entorno
El proyecto está enclavado en un paraje natural de excepcional calidad paisajística, en tierras volcánicas dotadas de ricas tonalidades, matices y texturas, que sumados a la existencia de fuentes de aguas termales, la proximidad con el mar, y un clima privilegiado nos sitúan ante un entorno excepcional.
El paisaje envuelve las voluntarias y penetra en los edificios siendo una constante referencia.
El desafió era conseguir una intervención que mantuviese un fuerte vinculo con la naturaleza del sitio.
Las vistas, la luz, el agua y la piedra…
El proyecto da gran importancia a las visuales. busca sorprender y relajar, sentirse parte del lugar,
La disposición de las piezas permite abrir visuales a diferentes escalas según el uso, ilimitadas en las zonas más públicas y contenidas en las más íntimas.
Tanto el agua como la piedra se hacen presente en cada una de las partes del proyecto, dotándolas de gran dramatismo, despertando en el usuario los sentidos, situándolo en contacto directo con la naturaleza.
Las piscinas se conciben como charcas naturales, siendo la topografía la que determina su lugar.
La luz o penumbra es protagonista de los espacios, intensa en unos y tenue en aquellos espacios más recogidos.
El programa
El programa funcional se organiza a partir de tres volúmenes insertados y subordinados al terreno que minimizan el impacto en el entorno. la topografía determina el recorrido y ubicación de estas piezas.
El primer volumen cuenta con una planta a nivel superior donde se aloja la cafetería y que permite el uso externo y ajeno al balneario, la planta inferior alberga el acceso, tienda y salas de conferencias, oficinas del personal y a nivel semienterrado se sitúan los vestuarios y áreas técnicas.
En el segundo prisma se sitúa la zona de aguas,
El tercer volumen alberga el área de tratamientos corporales, organizado en cabinas para diferentes usos.
La propuesta se concibe a partir del uso de muy pocos materiales con el objetivo de potenciar las virtudes del entorno.